Si
bien la regulación de la temperatura en una colmena es
hecha por la abeja automáticamente, en muchas zonas el
apicultor lo suplementa con una pieza hecha de madera que se coloca
en la piquera disminuyendo el tamaño de la entrada (guardapiquera).
Existen en el mercado diferentes modelos de guardapiquera de
sección cuadrada con una muesca en el centro y que invirtiéndolos,
tienen un rebaje en cada extremo. Algunos apicultores, colocan
simplemente un palito de longitud un poco menor que la piquera,
otros un pedacito de madera de cajón de fruta clavado al
alza, incluso, hay quienes realizan en la maderita unas ranuras,
para permitir mayor paso de aire las cuales, al ser finitas, pueden
ser tapadas con propóleos si la abeja así lo considera.

Otro trabajo que realiza el apicultor es la disminución
del volumen de la colmena retirando los cuerpos o alzas superiores
y concentrando a las abejas en menor espacio o intercalando una
membrana (entretapa), sobre la cámara donde se encuentra
la cría, con lo que facilita la regulación de la
temperatura.
Muchos apicultores se preguntan porque de hacer este tipo de
trabajos si existiendo propóleos la abeja naturalmente
regula la temperatura dentro de una colmena. Cabe recordar que
las abejas no son nativas de nuestro país, y en aquellas
regiones en que no encuentren temperatura y flora similares a
las de su origen, se encontraran sin las adecuadas formas de resguardo.
Por otro lado, si se observa una colmena rustica o una natural,
donde construyen los panales sin ninguna intervención del
hombre, se vera que los aran en posición paralela a la
entrada o piquera, actuando el primer panal como barrera contra
el viento. Este tipo de formación se llama de exposición
caliente y existen algunos modelos de colmena que se utilizan
actualmente diseñadas de esta manera.
La colmena Langstroth, al igual que la mayoría de los
modelos, posee panales perpendiculares a la piquera por lo que
se las denomina de exposición fría. Esta ubicación
permite que la colmena en días de verano, pueda ventilarse
con mayor facilidad y en zonas de mucha humedad, la misma no se
concentre dentro de ella, causando múltiples inconvenientes.
El modelo ideal de colmena seria una colmena de sección
cuadrada que se pudiera rotar según el clima pero presentaría
el inconveniente de que el ancho la tornaría incomoda para
quien la maneje.
El apicultor, puede a veces realizar manejos para permitir la
adecuada ventilación en sus colmenas, reemplazando la entretapa
por un bastidor de tela mosquitera o colocando cuñas entre
alza y alza o desplazando las mismas para favorecer la circulación
del aire.
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