Los
investigadores han encontrado innumerables depósitos de
gas metano congelado en el fondo marino que circunda todos los
continentes. La posibilidad de su explotación como nueva
fuente de energía limpia está llamando la atención
a la industria y a los gobiernos ya que los hidratos de metano
tienen una densidad energética cinco veces superior a las
fuentes convencionales de gas natural. Dado que hay muchos países
que no tienen fuentes de energía (petróleo, etc.)
pero sí costas marítimas, la explotación
de este recurso a partir de mediados del próximo siglo
podría provocar un vuelco en la estructura económica
mundial.
Los primeros estudios
al respecto se han realizado frente al Golfo de Méjico.
Geólogos como Harry Roberts han descubierto allí
yacimientos sólidos de este gas que surgen del fondo como
rocas y se descomponen en función de las condiciones medioambientales.
El gas se abre paso desde el subsuelo a través de las fallas
y grietas hasta acumularse en forma sólida en el lecho
oceánico. Posteriores estudios han permitido descubrir
más yacimientos, lo que a su vez sugiere una clara guía
sobre dónde se pueden encontrar.
El gas congelado,
así, puede encontrarse en las zonas de permafrost de las
regiones polares o bajo el agua de los mares, a profundidades
inferiores a 500 metros. Las estimaciones iniciales es que hay
disponible más gas que todo el producido o identificado
hasta ahora por el Hombre, lo que representa una cantidad enorme
de energía atrapada.
Dado que el metano,
al alcanzar las concentraciones adecuadas, es un gas que produce
el llamado efecto invernadero en la atmósfera terrestre,
su existencia tiene importantes implicaciones para el calentamiento
global de ésta.
Se calcula que la
cantidad de metano atrapado en forma de hidratos, tanto en los
continentes polares como bajo el agua, podría ser 3.000
veces superior al que se halla en la atmósfera. Si existe
un mecanismo que envía el metano hacia ella, estaríamos
ante un ingrediente fundamental para comprender la evolución
del clima terrestre. Al mismo tiempo, es necesario saber cuánto
metano se acumula en los fondos marinos y en qué medida
su presencia altera el oxígeno del agua.
Artículo extraido de Noticias de la Ciencia y la Tecnología.
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