Cada
colmena tiene una abeja reina, que es la que dirige todas las
actividades; de allí su nombre, y además es la única
con capacidad de reproducirse. La reina se fecunda una sola vez
en su vida.
Este proceso está a cargo de entre cinco y diez machos
(llamados zánganos). Los espermatozoides son almacenados
en un lugar del cuerpo de la reina llamado espermateca y son utilizados
a medida que la reina va poniendo huevos. Según la época
del año y las necesidades de la colmena, la reina pone
dos tipos de huevos : fecundados o no fecundados.

De los huevos no fecundados nacen zánganos, mientras que
los fecundados dan origen tanto a reinas como a obreras, llamadas
así porque realizan la mayoría de las tareas de
la colmena. La diferencia depende, en parte, de como son alimentadas
las larvas que nacen de los huevos.
Las abejas destinadas a ser reinas son alimentadas exclusivamente
con jalea real, mientras que a las obreras les dan jalea real
durante un tiempo, pero luego son alimentadas con el llamado "pan
de abeja" compuesto por una mezcla de miel y polen.
Otra diferencia es que en el caso de las reinas, las larvas se
crían en forma vertical, mientras que las obreras son criadas
en forma horizontal.
|